Una de las
primeras cosas que nos mostraron en Temaikén fue un mural en el piso, donde se
veía un paisaje que podría ser la Selva Misionera, con muchos animales y
vegetación; y nos preguntaron cómo se relacionaba ese paisaje con un celular.
La respuesta es que para hacer un celular se necesitan las materias primas que
se obtienen de la naturaleza. Nos explicaron el peligro de que estas materias
primas se acaben por la sobrexplotación que causan los humanos, y nos
advirtieron que cuidáramos la naturaleza.
Más tarde, en
el acuario, también nos hablaron de la conservación, contándonos acerca de la
sobrepesca, la pesca incidental y la pesca de menores o pesca de peces
pequeños. La sobrepesca es cuando se pescan más individuos de los que una
especie puede soportar, llevándola a su extinción. Para solucionar este
problema deberían aplicarse normas de regulación para controlar la cantidad de
individuos que se pescan.
Por otro
lado, la pesca incidental es aquella en la que se pescan individuos de especies
por las que al pescador no le pagan, ya que quedan atrapados en la red, y
suelen ser devueltos al agua lastimados o muertos. Para solucionar esta
situación, desde nuestro lugar podemos comprar las latas de atún y otros peces
que tengan el símbolo de un delfín, lo que indica que si quedo algún delfín
atrapado en las redes fue devuelto al agua en buenas condiciones.
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