El bongo habita en las selvas ecuatoriales y
bosques de llanura y montaña en el centro y centro-oeste de África. Posee un
pelaje que le permite camuflarse en su ambiente.
Es herbívoro
y se alimenta primordialmente de brotes, hojas de arbustos, enredaderas
y también madera en descomposición y cortezas. En Temaikén, se alimentan de fardo
y alimento balanceado.
El bongo generalmente vive solo o en pequeños
grupos, formados por hembras y juveniles, a veces acompañados por un macho
adulto. Los machos jóvenes se unen a las hembras solo durante el período
reproductivo, y luego viven solos o se asocian a uno anciano. Tienen hábitos
diurnos (están despiertos durante el día), aunque al anochecer salen a buscar
alimento. Su mayor actividad es durante el crepúsculo.
Ambos sexos tienen cuernos en forma de
espiral.
Se encuentran en peligro de extinción por la
caza indiscriminada debido a su cuero y cuernos; la perdida de su hábitat por
el uso que hace el hombre de ellas (cultivo y cría de ganado, construcción de
caminos, etc.) y, sobre todo, la deforestación de los bosques que obliga a
estos antílopes a ocupar territorios reducidos y con escaso alimento.
Son muy desconfiados y se ocultan en el
interior del bosque ante a una posible amenaza.
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